La cercanía es espectacular y el detalle del cambio de textura en el ojo, tremebundo; quizás con otra luz no se aprecie porque nunca lo había advertido. Pero sin duda lo que le da vuelo a la toma es el contraluz, tan bien compensado, con el toque de sol que contrasta respecto al ambiente frío que domin la toma; un macro de campeonato, Serafín.
Salvador Solé Soriano