Aprovechando estos días de lluvias, nubes que van y vienen, claro oscuros del cielo, el colorido del amanecer, me entretuve un rato con una panorámica.
Concretamente esta es de Mérida.
Acertado recurso el de la panorámica para un espectáculo natural como éste. Es casi imposible evitar que las zonas más iluminadas se quemen (es complicado incluso con el HDR) pero los daños son mínimos y el efecto, contundente.
david Pérez Hens