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La gente del río

El Madre de Dios es un afluente del río Guaporé, que a su vez es afluente del Madeira, que desemboca en el Amazonas. Podría pensarse que el afluente de un afluente de un afluente del Amazonas sería un río modesto pero el Madre de Dios, a cientos de kilómetros de su unión con el Guaporé, ya tiene tramos cuya anchura excede la de cualquier río europeo. Y es que se trata de una de las cuencas fluviales más monumentales del planeta. Las selvas que alimenta están habitadas, en distintos grados de densidad, y los ríos sirven como principal vía de comunicación entre las comunidades indígenas. Tomé está foto en el cauce “alto” (400 mts. sobre el nivel del mar) del Madre de Dios a su paso por el Parque Nacional del Manu (Perú). Los indígenas viven básicamente de las pesca y la agricultura. Aunque, en el Manu NP, todavía subsisten tribus “no-contactadas” que se hallan protegidas por la legislación del parque (que prohíbe contactarlas) la inmensa mayoría de indígenas comercian con “el hombre blanco” y cada cierto tiempo llevan parte de sus cosechas a los mercados de la zona y a las playas donde los plátanos y otros productos similares son recogidos por camiones que los llevan, a través de pistas de barro, hasta la “civilización”. Bajábamos el río en una lancha a motor en dirección al Manu Amazon Lodge y nos fuimos cruzando de tarde en tarde con las gentes del río que todavía se preguntan qué gracia le encontramos a algo tan incomprensible como “ver pájaros”. Pero éste turismo, aunque en pequeña medida porque no tiene nada de masivo, beneficia a las comunidades que se hallan cerca de los lodges ya que a ellas se les compra la fruta y el pescado. Y también de ellas salen, de vez en cuando, excelentes guías ornitológicos.
Cámara Nikon D300 con objetivo Sigma 150-500mms. f:6.3, a pulso.

Salvador Solé Soriano

En fotored desde 22/10/2011

Ficha personal
  • Tus presentaciones siempre complementan la foto de forma magnífica y se agradece. La toma es muy buena. Me gustan mucho esas miradas curiosas clavadas en el fotógrafo y las gotas saltando por el aire. Esa ya es zona de selva, de donde provienen deliciosas frutas, cuyos zumos tomaba en Lima de pequeño, e incluso helados, como el de maracuyá, mango, chirimoya, etc. Saludos.
  • Buen ojo fotografico para esta captura,que lo dice todo por si sola.excelente compo.Saludos
  • hace 12 años
    Carmen Iarzabal
    Muy buena, las gotas de agua y las expresiones de los viajeros me gustan mucho, muy buena también la información. Felicitaciones
  • hace 12 años
    Pepi Sánchez Sabater
    Esta imagen me trae buenos recuerdos de uno de los países más bonitos que he visitado. Yo estuve en el río Madre de Dios, pero en Tambopata. Los atardeceres eran fantásticos. La imagen refleja bien el modo de vida de sus habitantes y su parsimonia en todo lo que hacen. Bien captadas las salpicaduras del agua y el color de la vegetación del fondo. Yo quizás la recortaría un poquito por la derecha, aunque sin centrar la barca. Saludos
  • hace 12 años
    Alberto Arcos Hurtado
    Excelente fotografía documental y excelente texto explicativo. Toma con muchos detalles en los que recrearte y mucho dinamismo
  • hace 12 años
    Sa'ha whe .
    Hace tiempo lei un buen artículo acerca de los "no contactados", en realidad son ellos los que se encuentran más contactados con su comunidad, entre ellos mismos y con su entorno, con la naturaleza. ¿"No contactados" con quién?, ¿con esta "civilización" ignorante que no respeta nada ni a nadie?, ¿para qué?, bajo esos términos, me encantaría ser un no-contactado, y ojalá que tú regreses pronto al Perú.
    • Salvador Solé Soriano :hace 12 años Por supuesto, la etiqueta de "no contactados" es nuestra etiqueta de igual modo que, al hablar de ellos, lo hago en mi idioma y no en sus lenguas desconocidas. Ellos tendrán nombres muy distintos (y verdaderos) para sí mismos, nombres que ignoramos. Y también tendrán nombres para nosotros, que dudo sean halagüeños... Tengo entendido que, en tiempos pasados, los mineros y otros buscadores de fortuna agrediron sin miramientos a estas gentes y desde entonces, con toda la razón de su parte, no quieren saber nada de nosotros. Actualmente, las relativas leyes estatales los protegen aunque su verdadera protección consiste - qué duda cabe - en no dejarse ver.
  • hace 12 años
    AiToR Badiola
    Buena composición, con espacio para recorrer, buena luz, y el agua salpicando. Y las miradas, curosas e incisivas. Tiene que ser una maravilla poder disfrutar de la vista de aves en esos parajes, y espero que el turismo verde le haga mas bien que mal. Saludos Salvador
    • Salvador Solé Soriano :hace 12 años Sí, AiToR, por ahora el escaso turismo que se mueve por esa zona es verde tanto por su escasez como por su vocación (99% de amantes de la naturaleza, en gran diversidad de grados, claro). Ello impide, por ahora, la creación de infraestructuras nocivas y depende en buena parte de los indígenas como proveedores y trabajadores. Incluso alguna comunidad empieza ha hacer sus pinitos en este negocio como propietaria. Por tratarse de una zona con mal acceso (que dificulta los rescates de emergencia), cabe confiar que no emprenda el tipo de desarrollo destructivo que tanto mal ha hecho en otros lugares. Gracias por tu interés, AiToR.