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La magia que no cesa, Esfinge Basajaun

En realidad, aquí es donde empieza la magia, en el bosque encantado de Urbasa. Rodeados de niebla, tratando de encontrar algún motivo aceptable , cosa no siempre fácil en el interior de un bosque, nos tropezamos con el viejo señor de los bosques de la mitología vasca, El Basajaun, aquí un poco trasmutado en esfinge (será cosa de la globalización). No obstante, fiel a su fama de bonachón protector de quienes se internan en la espesura, se adelantó a protegernos del gran felino que acecha entre los arboles y la niebla. ¿Los veis?
Modelo de cámara Canon EOS 5D Hora y fecha de disparo 11/07/2012 10:27:02 Propietario de la cámara TxemaBacaicoa ftxema1 gmail com Modo de disparo Exposición manual Tv (Velocidad de obturación) 8 Av (Valor de abertura) 14.0 Modo de medición Medición puntual Velocidad ISO 200 Objetivo EF24-105mm f/4L IS USM Distancia focal 24.0mm

Txema Bacaicoa (Colectivo IS)

En fotored desde 04/01/2012

Ficha personal
  • hace 11 años
    Salvador Solé Soriano
    Una estampa de resonancias mitológicas animada por el movimiento de esas ramas. Un lugar con mucha miga, sobre todo si la niebla lo viste. Como siempre, fina tu edición y tu explicación. Excelente toma, Txema.
  • Bonita estampa captada,esa niebla le da un toque siniestro y a la vez de calidad a la foto.Un saludo
  • hace 11 años
    María Jesús López B.
    Bien protegido esta ese bosque y muy bien acompañados están sus visitantes. Bosque encantado y viendo esta imagen encantador. Ese musgo cubriendo las rocas en primer termino, tiene un precioso color verde y una textura maravillosa. Me gusta mucho el retrato de El Basajaun y el entorno brumoso donde vive. Excelente foto. Un saludo.
  • hace 11 años
    marta Liber
    Las buenas tomos con neblina siempre me impactan. Buenos colores y buena luz. Y la magia que tu dices.
  • hace 11 años
    Norma Betty Lago
    Una belleza de toma, la composición y esa neblina parecen sugerir la entrada a otro mundo
  • Qué buen ambiente. Las rocas musgosas y las hojas secas al costado nos llevan más allá, hacia la bruma. Quiebran la quietud esas ramitas en movimiento. Me gusta mucho.