Miserias
A algun@s los llevo viendo mucho más tiempo pidiendo en una esquina que a otr@s despachando tras un mostrador, de lo cual deduzco que el oficio de miserable y el arte de dar pena puede ser más estable - aun ante la crisis - que oficios aparentemente mejores. No obstante, eso no puede ser un argumento para negar la desgracia ajena ya que ni todo el mundo tiene los mismos recursos ni nuestra sociedad promueve tal igualdad. Primero unos acaparan riqueza provocando - directa e indirectamente - la ruina de otros, unos terceros se mimetizan de desdichados para ganarse la vida, unos cuartos emplean a esta minoría oportunista para quitarle importancia a la injusticia y la mayoría lo ignora todo, que bastante tiene con sus problemas sean éstos imaginarios o reales, terribles o nimios. Como dijo aquel : ¡Paren el mundo, que me bajo!
Canon PowerShot G11 (a pulso) procesado con Photoshop pasando a blanco y negro toda la imagen excepto la mano y la cara del sujeto.
Alberto Arcos Hurtado