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Ñandú común (Greater Rhea)

Esta especie ya solo es común en algunas zonas, habitualmente protegidas. Su estatus de conservación (a fecha de enero del 2020) es “no globalmente amenazado”, aunque a menudo se le clasifica como “casi amenazado”. Sufrió una hecatombe en la segunda mital del siglo XX cuando se le cazó en exceso para vender su piel y su carne. Luego ese comercio decreció pero, desde entonces, la especie no ha cesado de perder hábitat a causa de la expansión de la ganadería, que convierte sus pampas nativas - las praderas tropicales de hierba alta - en pasto para ganado. Mucho más pequeño y ligero que las avestruces, el Ñadú común (Rhea americana) mide entre 127 y 140 cm de punta de pico a punta de cola y como máximo pesa 25 kilos. Es obvio que pertenece al pequeño grupo de aves no voladoras pero buenas corredoras. El sujeto de la foto es un macho, lo que se delata por el plumaje negro en la base del cuello; la hembra carece de ese rasgo, aunque la base de su cuello sea algo más oscura que el resto. Su dieta es omnívora abarcando desde materia vegetal diversa (hojas, semillas, raíces y frutos) hasta pequeños lagartos, pollos de aves, serpientes y ranas. Los invertebrados, sobre todo saltamontes, son una parte importante de su dieta. Ingiere piedrecitas que le ayudan a triturar y digerir lo que come. Su área de distribución está muy fragmentada pero es amplia; desde Rio Grande do Norte (en el N.E. de Brasil) hasta el N.E. de la provincia de Rio Negro, en Argentina, abarcando Uruguay, Paraguay y la mitad oriental de Bolivia. La toma está realizada en el P.N. Serra da Canastra (Estado de Minas Gerais, S.E. de Brasil).
Cámara Nikon D500 con objetivo Sigma 150-600 mms. f: 5.0 - 6.3 (Sport) apoyado en ventanilla de automóvil. Iso:640 Exposición (v):1/320 de segundo. Apertura (f):8

Salvador Solé Soriano

En fotored desde 22/10/2011

Ficha personal
  • Una fotografía excelente , de composicion, como siempre la textura de las plumas de lujo, el hábitat reflejado de las praderas con hierba. Incluso la luz es buena. Enhorabuena, gran foto.  Una  pena que no se dejen espacios naturales para los animales que no son rentables económicamente.
    • Salvador Solé Soriano :hace 4 años En realidad, la naturaleza tal cual rinde unos servicios a la humanidad que ésta no es capaz de pagar ya que respiramos el aire generado por árboles y algas, comemos peces salvajes y verduras polinizadas por abejas. Sin animales salvajes el ser humano, tanto prehistórico como histórico, habría muerto de hambre durante la glaciación. Sé que tú compartes ese razonamiento, solo es que no me puedo callar la boca cuando mentan a los animales no domésticos como si no nos fuesen rentables económicamente. Lo son, como mínimo de forma indirecta, en cuanto que parte de la salud del planeta que nos sostiene. Pero útiles, no;  imprescindibles. Gracias por tu amable comentario sobre la foto; el día estaba bastante nublado y esa luz, aunque obliga a subir isos, es excelente para retratar fauna sin falsear colores ni crear duras sombras.
  • Un ave mágnífica. Tiene detalle, tonos muy bonitos y un sujeto como no se ven muchos. Como dices chapeau.
    • Salvador Solé Soriano :hace 4 años Muchas gracias, Miguel Ángel; en efecto, a veces se ponen a tiro ejemplares despelucados, jóvenes, mojados... que no dan la talla, vamos. En este caso tuve suerte.
    • Salvador Solé Soriano :hace 4 años Tienes razón; pasamos dos días en esa zona y si vas con prisas o tienes poca paciencia, la suerte te sonríe menos.
  • hace 4 años
    Alicia Díaz
    Oh, me encanta... un perfil impecable, y en medio del herbazal levemente desenfocado luce de maravilla. Mejor imposible.
    • Salvador Solé Soriano :hace 4 años A mí me gustan especialmente los colores del fondo en contraste con la viveza de la hierba que, además, al ser alta, delata que el ecosistema no ha sido atacado por la ganadería. La pose es de las que llamo "de libro" refiriéndome a las guías de identificación, donde siempre se representa a cada especie con al menos una ilustración de perfil para que se aprecien las proporciones del sujeto; longitud de la cola, del pico, de las alas, etc... A nivel estético no es la mejor pose (por poco dinámica) pero resulta apta para documentar. Por ejemplo, en la foto del Tachurí barbado, no se aprecia el color de las alas ni del dorso y el pico parece algo más corto de lo que es en realidad, pero la pose es más ágil. Intento que mi insistentes fotos de aves, si no son bonitas en sí mismas (como la del Tachuri) que sean agradablemente ilustrativas, como esta del Ñandú. Gracias por tu generoso comentario, Alicia.