Aunque se trata de lo se denomina técnicamente como un individuo improntado, al menos recuperó su libertad ya que no una vida normal de Carayá. En "favor" del ser humano hay que destacar su ecuanimidad; trata igual de mal a los animales que a sus mismísimos semejantes, quizás porque todavía no ha evolucionado (como especie) para reconocer el respeto que se le debe a todo ser vivo. Respecto a la cara, me convenceré de que el Carayá está triste cuando encuentre uno que, con el rostro relajado, sonría... No digo que éste sujeto no tenga motivos para estar triste; digo que quizás todos los Carayas tengan esa expresión. La foto posee una nitidez impecable aunque la luz parece de flash y le resta la naturalidad y volumen que a mí (particularmente, me gusta). El encuadre me parece lo mejor de la imagen ya que incluye la mano y la oreja, agregando detalles definitorios de la especie y elementos de interés a la composición.
Me gusta. Los ojos de estos animales, siempre me inquietan mucho. Tienen... demasiada humanidad, no sé cómo explicarlo.
En cuanto a la imagen en sí. Si bien está muy lograda hay algo que a mí, reitero, a mí, no acaba de convencerme en las fotos de naturaleza. La luz flash cuando se nota, quita naturalidad. Pero supongo que sólo es cuestión de gusto.
Salvador Solé Soriano