Este enorme sapo (Epidalea o Bufo calamita) parecía condenado a morir ahogado en la piscina, como otros que he sacado, ya cadáveres, este otoño-invierno. Nadaba frenéticamente contra sus límites, pero no hallaba ni borde ni escalera ni descanso. Así que lo saqué con el cazamariposas y lo dispuse sobre una piedra del padrón de la huerta, al sol. Me dejó que le fotografiara, aunque estaba bien vivo. Tal vez en agradecimiento a mis cuidados, posó sin hacerme ascos; y enseguida se escondió debajo de una gran losa... Distraje a los gatos para que no le ganaran la pista...
--- Cámara:OLYMPUS IMAGING CORP. Modelo:uD600,S600 Iso:64 Exposición (v):1/500 segundos Apertura (f):5.2 ---
Alberto Arcos Hurtado