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Silbador rufo (Rufous Whistler)

He aquí un ave que solo puede verse en Australia y en la isla de Nueva caledonia (que queda 1.230 km al este de Australia). Es una especie común y extendida pero no de las que se te acercan. De punta de pico a punta de cola mide entre 16 y 18 cm. El macho adulto te saluda desde la foto. La hembra es bastante más discreta, con cabeza, dorso y alas grises, garganta blanca (sin collar negro) y pecho de color crema desvaído con tenues pintitas grises. Vive en muchos tipos de bosques y arboledas, parques y jardines incluidos. Se alimenta de artrópodos variados, semillas y fruta. Ocasionalmente pica hojas tiernas. Esta foto-caja lo único que tiene de especial es lo que me costó obtenerla; el bicho estaba en su territorio y se dedicó a nadar (esquivarme) y guardar la ropa (mantenerse en una zona muy concreta). El lugar era una maraña de arbustos y ramas bajas de mal transitar si cargas con un trípode. Pero la escasez de luz, sin ser exagerada, no me permitía tirar a pulso sin subir los isos más allá de lo que considero recomendable. Finalmente, al cabo de casi diez minutos de persecución y tras muchas ráfagas de fotos desenfocadas, trepidadas e incluso vacías, ni sé cómo logré pillarlo.
Cámara Nikon D7100 con objetivo Sigma 150-600 mms. f: 5.0 - 6.3 (Contemporary) y trípode Iso:500 Exposición (v):1/250 de segundo. Apertura (f):6.3

Salvador Solé Soriano

En fotored desde 22/10/2011

Ficha personal
  • Pues a pesar de todos los problemas te ha quedado una foto la mar de convincente y con gran nitidez. El pájaro es bastante majete y aquí luce en una pose entre alertado y curioso.El brillo en el ojo es otro detalle a tener en cuenta.
  • hace 5 años
    Salvador Solé Soriano
    Muchas gracias, Miguel Ángel. Es estupendo saber que siempre me comentas las fotos. Y sí; el reflejo del ojo ocupa menos de una milésima de la superficie de la imagen pero resulta francamente importante para que el retrato tenga fuerza. Como depende de la posición de la cabeza del bicho, no pocas veces espero a disparar hasta que se mueva de manera que el ojo le brille.