En el mes de octubre en Puerto Madryn, tuve la suerte de presenciar varias escenas de cortejo entre estos cormoranes, si bien el punto de vista y distancia no eran las mejores, algo se puede ver.
Documentar correctamente los momentos claves de las vidas de los animales es de lo más difícil así que no debemos ser tan exigentes como con tomas más fáciles. Pienso que el encuadre es acertado y, además, los sujetos destacan mucho sobre ese entorno de roca tan clara.
Salvador Solé Soriano