Tórtola zorruna
Desde la antigüedad, al ser humano le fascinaron las quimeras y, sea por motivos religiosos o lúdicos, dibujó y pintó engendros juntando partes de distintos animales. El Photoshop (herético recurso para los modernos beatos) permite entroncar con tan antigua pasión. ¡Cuantos de los monjes que iluminaban códices en la edad media hubiesen dado una pierna por poseer semejante herramienta! La imagen que os muestro tiene por base el retrato le hice a un Zorro rojo en Monfragüe (Badajoz) esta primavera del 2014, mientras que la cabeza pertenece a una Zenaida torcaza (Zenaida auriculata) que retraté cerca de Cuzco (Perú) en el verano del 2011.
Ambas fotos hechas con Cámara Nikon D300 con objetivo Sigma 150-500mms. f:5.0 - 6.3, a pulso.
Parámetros de toma diversos.
marta Liber